La crisis gubernamental que enfrenta Campeche bajo el mandato de Morena ha suscitado un enérgico llamado de atención para los yucatecos, quienes se preparan para elegir un nuevo gobierno el próximo 2 de junio. La posibilidad de perder la estabilidad y seguridad que caracteriza a Yucatán como la entidad con mejor calidad de vida en el país está latente.
Lo que está ocurriendo en Campeche refleja el resultado de un modelo en el cual, en estados bajo el control de Morena, se están designando gradualmente líderes policiales provenientes de la Ciudad de México. Esto ha sido reconocido incluso por la candidata de la Coalición «Sigamos Haciendo Historia», Claudia Sheinbaum Pardo, quien durante una visita a Mérida en diciembre de 2023 elogió la capacidad de Marcela Figueroa Franco para liderar la estrategia de seguridad en Yucatán.
La experiencia en otros estados donde Morena ha ganado el gobierno revela un patrón diferente, donde los responsables de la seguridad son impuestos desde el centro del país, lo que ha generado un aumento en los niveles de inseguridad y la presencia de grupos criminales.
Campeche se ha convertido en un ejemplo reciente y contundente de los peligros de imponer a mandos policiacos sin arraigo ni identidad local en posiciones cruciales para la seguridad y el bienestar de los ciudadanos. La reciente movilización ciudadana exigiendo la renuncia de Marcela Muñoz Martínez, titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Campeche, y de la gobernadora Layda Sansores, es un testimonio del fracaso de sus políticas de seguridad y su abandono a la población.
Existe la preocupación de que Yucatán pueda enfrentar una situación similar si no se toman las medidas adecuadas. Se teme que Joaquín Díaz Mena, de llegar a la gubernatura, permita la imposición de líderes desde el centro del país, como ha ocurrido en otros estados gobernados por Morena.
La triste situación de Campeche, donde un cambio de gobierno llevó a una escalada de violencia después de décadas de estabilidad, sirve como advertencia para Yucatán. Es necesario estar alerta y tomar medidas para proteger la seguridad y el bienestar de la población yucateca.
