Medio Alternativo del Sureste.- Científicos de la Universidad de Griffith, en Queensland, Australia, acaban de lograr multiplicar por 100 el tiempo en el que se almacena la información en un «disco duro» cuántico. El avance es un paso de gigante hacia un sistema de transmisiones cifradas prácticamente imposible de hackear.
La información almacenada mediante estados cuánticos promete ser la panacea en lo que a seguridad de las telecomunicaciones se refiere. Este tipo de tecnología se basa en qbits, que son unidades de información cuya transmisión o almacenamiento se realiza en base a estados de entrelazamiento cuántico entre partículas como fotones.
Lo que hace que estos sistemas sean tan seguros es que, al menos en teoría, un hacker sería incapaz de determinar la naturaleza de la información si la consigue localizar. Esto se debe al principio de incertidumbre de Heiseberg, por el que es imposible determinar ciertos pares de variables que afectan a parejas de partículas entrelazadas mediante mecánica cuántica.
Hasta ahora, se había intentado transmitir los datos de ese entrelazamiento mediante láser. Se han logrado importantes avances en distancias, pero la información se degrada parcialmente en el camino. Respecto al almacenamiento, el problema de los estados cuánticos que forman los qbits es que son muy frágiles, y se colapsan en cuestión de milisegundos.
Lo que ha logrado el equipo de Manjin Zhong, del Centro de Dinámicas Cuánticas de la Universidad de Griffith, ha sido conservar el estado de entrelazamiento durante un tiempo superior a seis horas. El hallazgo, publicado en la revista Nature ha sido posible gracias al uso de un elemento químico muy poco común llamado europio. Los investigadores han logrado grabar, mediante láser, estados cuánticos en el giro de átomos de europio atrapados en un cristal. Después, la aplicación de varios campos magnéticos logra preservar el estado cuántico durante horas.
Crean un disco duro cuántico que almacena datos 100 veces más tiempo
Los estados cuánticos entre dos partículas tienen la particularidad de estar asociados independientemente de la distancia a la que estén. Los «discos duros» cuánticos creados por Zhong y su equipo permitirían transmitir información de manera completamente segura a distancias de miles de kilómetros simplemente modificando una de las partículas y esperando a que la otra reaccione en consonancia.