La tensión entre Corea del Norte y Estados Unidos va en aumento luego de las recientes declaraciones de ambos mandatarios con respecto a la capacidad que cada país tiene para responder a las amenazas de un ataque nuclear.
Apenas ayer, el mandatario estadounidense alertó a Pyongyang de desistir en su postura, de lo contrario Estados Unidos respondería con “fuego y furia que el mundo jamás haya visto” a las amenazas de un posible lanzamiento de misil balísitco.
Sin embargo, Corea del Norte también respondió a las amenazas al asegurar que tenía en la mira la base estadounidense en Guam, la cual atacaría “en cualquier momento”.
“Mi primera orden como presidente fue renovar y modernizar nuestro arsenal nuclear. Ahora es mucho más poderoso que antes y espero nunca utilizar ese poder pero no debe haber duda de que somos la nación más poderosa del mundo”, detalló Trump en su rutina mañanera de Twitter.
Pese a los comentarios del presidente, el secretario de Estado Rex Tillerson intentó suavizar los comentarios y advertencias del presidente al asegurar que “no creo que haya una amenaza inminente” por parte de Corea del Norte.
“Los estadounidenses deberían dormir tranquilos por la noche” aseguró Tillerson la mañana de este miércoles, a bordo del avión en el que viajó la isla de Guam. Además explicó que las declaraciones del presidente fueron hechas “en un lenguaje que Kim Jong Un sea capaz de entender”.