El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que el juicio político en su contra es algo «absolutamente ridículo», luego de los esfuerzos demócratas en el Congreso por impulsar la Enmienda 25 de la Constitución para que no continúe en el cargo, agregando que él siempre ha tratado de «evitar la violencia», pese al caos generado por sus seguidores el miércoles en el Capitolio.
Las palabras de Trump surgen en el marco de su visita oficial a Texas, donde llega para supervisar los avances en la construcción del muro fronterizo con México, una de sus promesas de campaña para que, según él, se frenara el ingreso de migrantes a Estados Unidos.
A su llegada, el mandatario estadunidense, consultado sobre su responsabilidad por la violencia desatada en el Capitolio, dijo a los medios que «si ustedes leen mi discurso (…) la gente pensó que lo que yo dije fue totalmente apropiado, sí he visto lo que otros políticos del más alto nivel han dicho sobre disturbios en Portland, Seattle y otros lugares, ése fue el verdadero problema, lo que dijeron en aquel entonces».
Trump también consideró que el procedimiento político en su contra ha causado «una inmensa ira», a su vez también responsabilizó a las empresas de tecnología, las cuales han tomado acciones bloqueando su propia cuenta y desactivando de sus servidores plataformas que han sido ocupadas por sus seguidores ante la difusión de un lenguaje violento.
«Creo que las grandes tecnológicas están cometiendo un craso error, algo muy pernicioso para el país, llevando a otros a hacer lo mismo y esto causa muchos problemas, es muy peligroso, es un grave error, no deberían hacerlo, pero siempre hay una reacción ante estas cosas, nunca había visto tanta violencia como hasta ahora, es terrible, y siempre hay que evitar la violencia. Tenemos mucho respaldo, quizás algo sin precedentes, siempre he tratado de evitar la violencia».
Durante su campaña como candidato a la Casa Blanca, Trump, tuvo un discurso irreverente, inquisidor y prometedor de un sueño americano para los EEUU, un muro que pagaría México que nunca pagó; un cierre de fronteras para evitar el paso migratorio que nunca detuvo, no devengar un salario por no ser político corrupto; exigir el respeto al voto por acto fraudolentos de la oposición, cuando el trató de usar su poder político para revertir un resultado electoral, señalar que la pandemia era un acto de la oposición en su contra y cuatro años de twittear culpando a sus antecesores y la oposición de corruptos y oportunistas.
Cuatro años le bastaron para poner a los EEUU de rodillas ante China y Corea del Norte; para evidenciar que no es bien visto como político en Europa y para decir que México es una país de pandilleros y maleantes, pero agradece a su Gobierno frenar el flujo migratorio.
Cuatro años para que el electorado se diera cuenta de su caso error.
