Una protesta atípica se realizó en Bacalar, en relación a las obras que realiza la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) a orillas de la laguna, cerca del histórico fuerte «San Felipe de Bacalar».
La controversia gira en torno a la transformación del paisaje, que, según los manifestantes, alterará la forma en que locales y visitantes disfrutan la vista de la laguna.
En medio de la tensión, una obra de arte se erige como símbolo del sentir popular. Con el nombre «Lo más cerca que verás la laguna», la pintura titulada «Detrás de los muros turísticos» por Learsy Esmeralda Puentes Hernández, captura la esencia de la protesta.
La obra, que se exhibe en el contexto de esta manifestación, ilustra una realidad futura en la que, una vez culminada la construcción frente al fuerte, lo más próximo que se podrá apreciar de la laguna será a través de un mural. Esta representación artística se ha convertido en el grito visual de quienes reclaman la preservación de la vista natural y la identidad cultural del lugar.
La pintura invita a la reflexión sobre el impacto del desarrollo de obras en perjuicio del patrimonio y el medio ambiente.
Los manifestantes aseguran que la obra es una forma de denunciar lo que consideran un sacrificio irreparable de la naturaleza que transformará irrevocablemente uno de los escenarios más emblemáticos de la región.
Autoridades locales y representantes de la Sedena aún no han ofrecido declaraciones oficiales que aclaren la intención completa del proyecto. Mientras tanto, la ciudadanía se organiza en torno a la preservación de la laguna, en defensa de un paisaje que, según ellos, merece ser disfrutado en su estado natural, sin filtros ni barreras que transformen su esencia.
— La pintura no solo es una obra de arte, es un manifiesto visual que nos recuerda lo que estamos a punto de perder si no actuamos en favor de preservar nuestra identidad y entorno, afirmó uno de los organizadores de la protesta, resumiendo el sentir colectivo ante lo que muchos consideran un futuro donde la belleza natural quedará confinada tras muros turísticos.
A medida que se intensifican las manifestaciones en Bacalar, la comunidad espera que tanto las autoridades como los responsables del proyecto tomen en cuenta las demandas y la voz de los ciudadanos, para que el desarrollo no se convierta en una barrera infranqueable entre la gente y su patrimonio natural.