El rechinar o apretar los dientes se llama bruxismo no importa si se trata de adultos o niños.
Existen dos tipos de bruxismo: un céntrico en el que sólo se aprietan los dientes y otro excéntrico, que es el genera el ruido porque hay un deslizamiento de los dientes.
Aunque el bruxismo puede ser un acto consciente o inconsciente, y surgir durante el día y también durante la noche (siempre inconsciente), lo más frecuente es el bruxismo nocturno producido por la contracción repetitiva y violenta de los músculos de masticación, como resultado, los dientes rechinan unos contra otros, produciendo un sonido característico y difícil de reproducir cuando estamos despiertos.
Lo primero que impresiona a los padres es escuchar el ruido que hace el niño al rechinar los dientes. Algunos piensan que se pueden fracturar los dientes, pero esto en la práctica, no es habitual.
Como el bruxismo en los niños no se considera una patología, tampoco existe un tratamiento específico. Si quieres ayudar a tu hijo a disminuir el bruxismo, practicar algunas técnicas de relajación como:
- Darles un baño de tina en la noche para relajarlos
- Leerles un cuento antes de dormir e intentar que vaya tranquilo y feliz a la cama.
- Evita que tus hijos se duerman frente al televisor o que permanezcan frente a una pantalla (Tablet, celular, videojuegos) antes de dormir.
- Por último, si lo escuchas rechinar en la noche cámbialo de postura, de posición y observa si el ruido cede.
Existen al menos tres causas por las que se pueden generar el bruxismo.
- Emociones: El primer elemento son las emociones. Se piensa que el bruxismo, en gran parte de los casos, es una respuesta a la tensión nerviosa y al estrés, al producirse sobre todo en niños muy tensos e irritables. En niños pequeños, produce ansiedad el inicio de la etapa preescolar o escolar, el nacimiento de un hermano, la separación de los padres. En los preadolescentes y adolescentes, influye las exigencias del colegio, los problemas familiares o con los amigos, altas expectativas de los padres, ansiedad, frustraciones.
- Origen dentario: En segundo término, están los factores de origen dentario. En este grupo están las alteraciones de la oclusión, y las mal posiciones dentarias. “Como el bruxismo infantil, a diferencia del adulto, no está considerado una patología lo habitual es que desaparezca en forma espontánea a medida que el niño o niña va creciendo.
- Factores del sueño: En tercer lugar, están los factores relacionados con el sueño, niños que presentan alteraciones en sus ciclos de sueño generalmente bruxan. El ruido es más intenso en la fase inicial del sueño y desaparece cuando están en sueño profundo. Para tratar esta.
Para diagnosticar el bruxismo infantil deberemos tener en cuenta las situaciones comentadas, es decir, si el niño se encuentra en una situación (física o mental) que le esté causando ansiedad; y también si el bruxismo se da de manera ocasional o permanente. El odontopediatra, asimismo, tendrá que valorar los daños desde el punto de vista no solo de los dientes, sino también de la tensión muscular y similares.