El Inbound Marketing es una nueva forma de hacer mercadotecnia que ayuda a empresas con objetivos agresivos de ventas. En los últimos años ha adquirido mucha popularidad gracias a que son cada vez más las agencias que lo implementan, y la mayoría de los clientes que lo prueban tienen excelentes resultados. Sin embargo, esto no es tan maravilloso como suena. No se trata de una estrategia infalible ni algo que funcione por arte de magia, hace falta mucho trabajo y un equipo capaz y con conocimiento de la metodología para que las estrategias se realicen adecuadamente.
¿Qué diferencia tiene con el marketing digital?
Cuando hablamos de marketing digital pensamos en Facebook (redes sociales) y Google Adwords, principalmente, después vienen a nuestra mente las páginas web, aplicaciones y el posicionamiento en buscadores; es normal ya que todas las agencias de marketing digital ofrecen estos servicios. El Inbound Marketing por su parte, ocupa las mismas herramientas para sus procesos, también se usa Facebook (y redes sociales), Google Adwords, sitios web y posicionamiento en buscadores. Incluso la mercadotecnia de contenidos en vez de ser una estrategia, en el Inbound Marketing es una herramienta. Entonces la principal diferencia es que el Inbound Marketing se ve como una estrategia holística que ocupa todas las herramientas del marketing digital como eso: HERRAMIENTAS, que se usan en el proceso completo del Inbound. Sin mencionar que éste no sólo se queda en la publicidad sino que apoya a las empresas en el proceso de cierre de clientes e incluso hasta mucho después.
La metodología
Aunque el Inbound Marketing lo podríamos definir como estrategias de ATRACCIÓN DE CLIENTES (ya que se traduce como Marketing de Atracción), no cualquier estrategia de atracción es considerada Inbound Marketing. Ésta es una metodología, y se trata de una Metodología formal, de hacer mercadotecnia que acompaña a las personas durante todo el proceso de ventas, desde que son unos extraños hasta que son clientes leales.
El primer paso del proceso es el de atraer. Se trata de convertir extraños que no conocen tu negocio en visitantes de tu sitio web o micrositio. Normalmente para las agencias de publicidad y mercadotecnia tradicional hasta aquí llega su trabajo, ellos te anuncian por algún medio y miden los impactos que tiene tu anuncio y hasta ahí, no sabes al final si la inversión fue buena o no; esto no pasa con el Inbound Marketing, pues lo anterior es sólo es el 10% del proceso.
El siguiente paso es convertir esa visita o impacto en un prospecto o “lead”, de esta manera ya tenemos sus datos y el contexto en que los dejó, lo que significa que podemos contactarlo y empezar el proceso de venta sabiendo ya de primera mano qué fue lo que le interesó. Normalmente las páginas web de las empresas sólo tienen un formulario en su sección de contacto y esto no necesariamente es lo mejor. Piénsalo, si en cada producto hubiera un formulario de contacto, tu cliente podría dejarte sus datos en el producto que más le interese a cambio de que le mandes más información sobre ese producto en específico, y entonces tú sabrías específicamente cuál fue el que le interesó, según en qué lugar haya dejado sus datos.
El siguiente paso es donde muchas personas tienen problemas. Se trata de cerrar los prospectos y convertirlos en clientes. Muchas empresas, sobre todo si tienen un equipo de ventas, tienen problemas en el seguimiento de sus prospectos. Pueden mandar muchas cotizaciones pero tienen menos cierres de los que podrían tener, y esto se debe principalmente a que los vendedores no hacen un seguimiento adecuado a los prospectos; pero no es culpa de los vendedores, esto se vuelve una tarea muy complicada cuando tienes arriba de 20 prospectos para seguirles hablando y ayudando en su toma de decisión. Lo más importante aquí es enfocarse y ocupar el tiempo en los prospectos más probables. “¿Pero qué pasa con todos los demás? ¿Debo de ignorarlos?” Para nada, sólo debes dedicarles menos tiempo y para esto deberás automatizar lo que puedas de tu proceso de seguimiento. Existen las herramientas de automatización del marketing que te permiten hacer esto de manera muy sencilla, programando mails de seguimiento en determinados días posteriores a que tus prospectos tienen el primer contacto con la empresa; además puedes rastrear cuando abren tus correos, cuando dan clicks, y detonar otras acciones a partir de esto, como por ejemplo: avisar a tus vendedores para que lo suban de prioridad y lo llamen en ese momento.
Por último, el paso más importante y dónde la mayoría de las empresas no tienen un proceso, y creen que terminaron de atender a un cliente una vez que le vendieron, pero se olvidan del proceso del Deleite. Éste consiste en crear una experiencia única para cada cliente, brindarle un excelente servicio de postcompra y sugerirle un siguiente paso a seguir con nuestra empresa, que puede incluir la compra de un producto u otro servicio complementario. Las mejores empresas dominan a la perfección este paso y es el más importante en el crecimiento de cualquier empresa. Es mucho más fácil venderle a un cliente que a un extraño; si ya es tu cliente significa que ya confió en ti y que es muy probable que lo vuelva a hacer en un futuro, aprovecha esto, no pierdas contacto con tus clientes y bríndales un excelente servicio posterior a su compra y ofréceles que compren aún más.