El Paris Saint-Germain dejó escapar una oportunidad de oro y vio cómo el Liverpool se llevó un inesperado 0-1 en el Parc des Princes en el primer partido de los octavos de final de la Champions League. A pesar de haber dominado el encuentro de principio a fin y haber disparado hasta en 27 ocasiones, los parisinos no lograron marcar, y una extraordinaria actuación de Alisson, junto con un gol de Harvey Elliott en el minuto 89, dejó al equipo de Luis Enrique en una situación complicada de cara al partido de vuelta en Anfield.
El PSG comenzó el partido con un dominio absoluto, arrinconando a los de Jansen Slot en su propia área. Ousmane Dembélé brilló por su capacidad de desequilibrar y, con su velocidad y técnica, creó varias oportunidades, aunque sin fortuna en los últimos metros. El PSG, con Kvaratskhelia también muy activo, vio cómo un golazo del georgiano fue anulado por un milimétrico fuera de juego. Mientras tanto, el Liverpool, sin poder encontrar soluciones en ataque, dependió completamente de Alisson, quien salvó al equipo en varias ocasiones, incluyendo un par de paradas impresionantes a remates claros de Barcola y Kvaratskhelia.

Con 22 disparos contra solo uno de los ingleses al final de la primera mitad, el PSG no solo dominaba el juego, sino que se veía claramente superior. Sin embargo, el gol seguía sin llegar, y el Liverpool se mantuvo con vida gracias a su portero.
En la segunda mitad, el PSG continuó buscando el gol con insistencia, pero la historia se repitió: Alisson se erigió nuevamente como el gran protagonista, deteniendo cualquier intento de peligro, incluido un remate a quemarropa de Doué. El equipo de Luis Enrique hizo varios cambios ofensivos, pero a pesar de la presión constante, el gol seguía siendo esquivo.
La cruel realidad llegó en el minuto 88, cuando el Liverpool apenas había tenido una ocasión clara de gol. Elliott, que había reemplazado a un inofensivo Salah, aprovechó un balón suelto en el área para disparar con calma y batir a Donnarumma, quien no pudo evitar el gol. Así, el Liverpool se llevó una victoria inmerecida, pero clave, por 0-1.

El PSG había sido claramente el mejor equipo durante gran parte del encuentro, pero el fútbol, como siempre, no entiende de merecimientos. Alisson evitó que el Liverpool cayera ante la presión, y Donnarumma no estuvo a la altura en el único momento crucial del partido. Ahora, el PSG tendrá que buscar una remontada casi imposible en Anfield.