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miércoles, noviembre 20, 2024
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    El deporte en Yucatán: de potencia nacional a vergüenza nacional

    En 2018, cuando Carlos Sáenz Castillo asumió la dirección del Instituto del Deporte del Estado de Yucatán (IDEY), el estado se ubicaba en el cuarto lugar a nivel nacional en términos deportivos. Sin embargo, al finalizar su gestión, Yucatán ha caído a un vergonzoso octavo lugar, convirtiéndose de una potencia nacional en un motivo de vergüenza, según afirman presidentes de asociaciones y empleados del IDEY.
    En 2018, Yucatán obtuvo 57 medallas de oro, 56 de plata y 62 de bronce, participando en 23 de las 43 disciplinas deportivas. Para 2023, la situación empeoró con el estado cayendo al séptimo lugar en los Juegos Nacionales CONADE, acumulando 65 medallas de oro, 71 de plata y 93 de bronce. Este año, en los Juegos Nacionales CONADE 2024, Yucatán terminó en el octavo lugar con 67 medallas de oro, 76 de plata y 97 de bronce, participando en 33 de las 51 disciplinas posibles.
    Las fuentes entrevistadas señalaron que Sáenz justificó el declive en los resultados deportivos aludiendo a órdenes del gobernador Mauricio Vila Dosal “porque prefería enfocarse en el tejido social en lugar del deporte de alto rendimiento”. Sin embargo, las críticas se centran en la incapacidad y la corrupción de Sáenz, quien es acusado de robar fondos, comprar agencias SIX y falsificar firmas.
    Muy mal finalizó el año 2023 para “El Calín” Sáenz: lo corrieron del IDEY y su mujer se divorció de él, pero infiel, egocéntrico y farol, según consta en el expediente 00731/2023, del 11 de diciembre pasado. Ahora él presume que es maestro en una universidad católica.
    Lo cambiaron a la Junta de Asistencia Privada del Estado de Yucatán (JAPEY), donde se le acabaron los privilegios para mantener a sus parejas extramaritales y a la última que tenía (o tiene) la despidieron también.
    El vengativo, además de etílico y corrupto sucesor en el IDEY, Jorge Esteban Abud, cortó las cabezas de gente muy cercana a Calin, entre ellas a María del Pilar Pompeyo Brito, jefe del Departamento de Comunicación Social y mercadotecnia, y desapareció ese departamento. Ella tenía unos privilegios de pan grande: un sueldo mensual $25,193, más ingresos adicionales como Ajuste de Calendario, de $5,478.65; gratificación anual de $43,829.20. prima vacacional de $10,957.30; vales de gasolina y de despensa.
    Los denunciantes dijeron que ahora Sáenz también es “aviador”: presume en redes sociales que ahora es profesor de una universidad católica, lo que quiere decir que también acude a dar clases ahí, de modo que a su nuevo trabajo de gobierno lo tiene descuidado.
    Pero el desastroso desempeño de Yucatán en el ámbito deportivo también se atribuye a Esteban Abud, Miguel Navarro, y el jefe de metodólogos José Carret. Según los empleados del IDEY, estos directivos no solo se apropiaron de los fondos destinados al deporte yucateco, sino que también protegieron a entrenadores acusados de agredir física y psicológicamente a deportistas.
    Los entrevistados exigen auditorías a la administración saliente del IDEY para asegurar que los responsables de estas irregularidades enfrenten las consecuencias. Además, piden que la nueva administración no sea una “cacería de brujas”, sino un esfuerzo real para restablecer el prestigio del deporte en Yucatán.
    El 9 de mayo, durante el abanderamiento de los deportistas, Jorge Esteban afirmó que en 2024 consolidarían el esfuerzo realizado. Sin embargo, la realidad ha demostrado lo contrario. A pesar de afirmar que la delegación yucateca estaba compuesta por más de 900 deportistas y participaría en 36 disciplinas, solo participaron en 33 de las 51 disciplinas convocadas.

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