El partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey, disputado entre Barcelona y Atlético de Madrid, ofreció uno de los duelos más intensos y emocionantes de la temporada, con un empate 4-4 que dejó a los aficionados sin aliento. El enfrentamiento, jugado el 25 de febrero de 2025, estuvo lleno de giros inesperados, goles y jugadas memorables, lo que promete hacer que la revancha, programada para el 2 de abril en Madrid, sea aún más electrizante.
El partido comenzó con el Atlético de Madrid tomando la delantera gracias a la gran intervención de Julián Álvarez, quien marcó el primer gol del encuentro a favor de los colchoneros. Álvarez, que fue una de las figuras clave del partido, también tuvo un papel determinante en el segundo gol del Atlético, que llegó poco después del primero, poniendo al equipo visitante con una ventaja de 2-0 en los primeros minutos. Sin embargo, el Barcelona, fiel a su estilo de juego, reaccionó rápidamente. En tan solo dos minutos, el equipo de Xavi Hernández logró empatar el marcador, demostrando su capacidad de respuesta ante la adversidad.
A medida que avanzaba la primera mitad, la intensidad del partido no bajó. El Barcelona, con su juego ofensivo característico, no tardó en tomar el control del partido, y a falta de pocos minutos para el final de la primera parte, logró ponerse 3-2 arriba, dando vuelta al marcador. El estadio vibraba con cada jugada, con ambos equipos luchando por cada balón, sabiendo lo crucial que era este primer partido de semifinales.
Pero el Atlético de Madrid no estaba dispuesto a rendirse. A pesar de estar por debajo en el marcador, los colchoneros buscaron el empate hasta el último minuto. En una jugada agónica, cuando todo parecía indicar que Barcelona se llevaría la ventaja al descanso, el Atlético logró conseguir el ansiado empate 4-4, dejando el resultado completamente abierto para la vuelta.
Este empate deja todo por decidir en la revancha del 2 de abril en Madrid. Ambos equipos estarán más motivados que nunca para luchar por un puesto en la final de la Copa del Rey, después de este dramático choque que será recordado por su espectacularidad y por la emoción que generó. Sin duda, la vuelta promete ser un duelo de alto voltaje, con los dos equipos decididos a llegar a la final y alzarse con el título.