El Banco de México señaló el 10 de julio que, a pesar de haber realizado cuatro recortes consecutivos —último de 50 puntos base—, se adoptará una postura más conservadora en futuras reducciones, moviéndose hacia recortes menores.
La inflación general se moderó algo, ubicándose en 4.32 % anual en junio, pero la inflación subyacente se disparó al 4.24 %, un nivel no visto desde abril de 2024. Debido a ello, el banco central considera que el deterioro económico puede aliviar la presión inflacionaria con el tiempo, pero advierte que la debilidad actual es insuficiente para justificar recortes agresivos.
Economistas esperan que el próximo recorte en agosto sea de 25 puntos base, dado que la expansión del crédito y las expectativas de inflación aún no convergen hacia la meta del 3 %. El crecimiento económico proyectado para 2025 se estima en apenas 0.2 % .
Esta estrategia refleja un balance entre impulsar la economía sin perder de vista la estabilidad de precios, en un panorama global de incertidumbre.