Casi doscientos mexicanos están varados en el Aeropuerto de Madrid-Barajas, algunos desde hace 15 días sin que, por el momento, haya solución. Los turistas, que adquirieron el boleto de Aeromexico ‘sujeto a espacio’ tienen muy difícil volver ya que la compañía tiene los vuelos sobrevendidos para los próximos días, en plena temporada alta. En el área entorno al mostrador de Aeromexico duermen este miércoles medio centenar de personas tiradas sobre la baldosa o sobre los bancos en medio del mal olor, los sacos de dormir y restos de alimentos enlatados.
Una comisión organizada por una abogada hizo llegar una carta al cónsul de México en Madrid este miércoles y a las 9 de la mañana del jueves (2 de la madrugada en México) los recibirá en la sede consular.
La doctora Dulce Olveda se preparaban la madrugada del jueves para pasar una noche más en el aeropuerto junto a su hijo Emiliano Aivar, ambos de la Ciudad de México. Llegaron a Madrid para pasar un mes de vacaciones en España y llevan 10 días en el aeropuerto. “Ha habido hasta cuatro vuelos en los cuales no han mandado a nadie de estas 180 personas que se encuentran en lista de espera. La gente ya no tiene recursos para sobrevivir en el aeropuerto” señala.
“Hace un momento escuché alguien que dijo que había hablado con su hermano que trabaja en Aeroméxico y que lo había puesto primero en la lista pero dijo que aun así no se iba a poder ir porque hay 200 boletos sobrevendidos del vuelo” se lamenta. Su hijo Emiliano reposa la cabeza sobre un ejemplar de ‘Conversación en la catedral’.
El episodio de turistas varados en el aeropuerto se repite cada año debido a la alta demanda de estos boletos comprados, generalmente a personal de la aerolínea, a un precio muy inferior al del mercado pero cuya utilización está condicionada a que haya espacio en el avión. Semanalmente hay diez vuelos de Madrid a la Ciudad de México.
Félix Mauricio Samaniego, 33 años, es músico de una joven banda de rock que viajó a España para una pequeña gira que se ha tornado en calvario. Los miembros de la banda Llevan dos días durmiendo en los restaurantes del aeropuerto, arrastrando sus mochilas y los instrumentos que sirven de almohada.
“Es algo paradójico porque cuando llegas aquí migración te preguntan que cuántos días vas a estar y cuánto dinero traes y resulta que ya nos pasamos de días. Vinimos como turistas a tocar con mi banda y queremos regresar a nuestro país, pero no nos ayudan a nada y ya no tenemos dinero” explica.
Un amigo, que prefiere ocultar su nombre por estar relacionado con una trabajadora de la aerolínea explica que está en el puesto 170 de la lista de espera.»La aerolínea nos dice que tengamos paciencia. Los españoles que están en nuestras condiciones les dicen que se vayan a sus casas porque esta semana no van a volar, eso nos quita la esperanza a nosotros también».
Casi a las tres de la madrugada se nota el cansancio en las caras de los pasajeros que han decidido “acampar” en Barajas. Varios de ellos se acomodan sobre cartones y otros se agrupan para conversar en uno de los bares abiertos en la Terminal 1 de Barajas. Los músicos y la doctora charlan junto a dos chicas de Puebla. El precio de un sándwich y un refresco en el aeropuerto es de 7 euros (150 pesos)
Dulce carga varias bolsas de productos de un supermercado cercano. “Hay que sobrevivir”, contesta