El volcán Mount Lewotobi Laki-Laki, ubicado en la isla de Flores, entró en erupción por segunda jornada consecutiva, arrojando cenizas y lava que alcanzaron hasta 4 km de altura. Las autoridades elevaron el nivel de alerta a su máxima categoría desde el 18 de junio, declarando una zona de exclusión de 7 km para proteger a las comunidades circundantes.
Más de 10,000 residentes se han visto afectados por la caída de ceniza, especialmente en los poblados de Nawakote, Hokeng Jaya y Klantanio. Se han distribuido 50,000 mascarillas para proteger la salud de los habitantes, y se han cerrado las escuelas como medida preventiva.
El tránsito aéreo también se ha visto afectado: vuelos entrantes y salientes de los aeropuertos de Maumere y Larantuka fueron suspendidos, y Bali reportó retrasos en algunos vuelos internacionales. Aunque hasta ahora no se reportan víctimas, se mantiene el monitoreo ante el riesgo de flujos piroclásticos y posibles daños a la infraestructura agraria y caminos locales.