El gremio restaurantero anda inquieto y preocupado por un asunto que no esperaba del gobierno de Joaquín Diaz Mena, quien se dice cercano a la gente y afirma que la lleva bien con el sector empresarial. El asunto, según nos dicen, es que desde hace unas semanas una persona que se Identifica como Lissett Mawcinitt Casanova y la cubana Jaiden López visitan los restaurantes para informarles que va en representación del empresario Mario Millet Encalada y que de ahora en adelante todos los permisos y trámites que tengan que realizar en la Secretaría de Salud se tratan con ellas.
La preocupación de los restauranteros radica en que esta persona, quien se presenta en las redes sociales como relacionista y organizadora de eventos en bares y restaurantes, no tiene un puesto en el gobierno que sustente sus supuestas nuevas funciones, de manera que estaría operando en forma paralela y fuera de la ley. Y al ser una estructura paralela al gobierno se podría comparar su modus operandi con el de la delincuencia organizada con el cobro de “derecho de piso”.
El trasfondo de esa estructura al margen de la Secretaría de Salud, precisan nuestras fuentes, es que Mario Millet quiere manejar y darle órdenes a Domitilo Carballo Cámara, subsecretario de Protección contra Riesgos Sanitarios, que es el área encargada de otorgar los permisos y aplicar clausuras y sanciones, pero el funcionarlo se niega a acatarlas y por eso surgió esté enlace vinculado con el principal financiador de la campaña política y socio de Joaquín Díaz.
Al doctor Carballo, quien es muy cercano a Huacho y es de los “huachistas” originales, se le conoce por ser estricto en los trámites y procesos de la subsecretaria a su cargo y suele conducirse con apego a la ley, razón por la cual no encaja en los planes de Millet Encalada.
No sería raro, dicen nuestros informantes, que le pangan “un cuatro” o le inventen algo para removerlo de su cargo y poner en su lugar a un incondicional del empresario constructor, Los restauranteros se dicen inquietos porque estas diferencias dentro del gobierno del Estado, en particular en la Secretaria de Salud, pueden afectar el funcionamiento no solo de restaurantes sino también de bares, hoteles y otros establecimientos.
De acuerdo con las versiones compartidas a esta columna, otros enviados de Mario Millet a los negocios del ramo del entretenimiento nos aseguran que ya fueron visitados también algunos “giros negros” advierten que no solo tienen injerencia en todo lo relacionado con la Subsecretaría de Protección contra Riesgos Sanitarios sino también en los asuntos de la Dirección de Protección Civil, que tiene que ver con los requisitos que deben cumplir los establecimientos para garantizar la seguridad de su clientela. Por supuesto, el que no “entra al aro” corre alto riesgo de problemas para el funcionamiento de su negocio.
