La ola de violencia que ha azotado a México ha encontrado un nuevo escenario de caos en Tabasco, generando inquietud en la población y provocando altercados en cuatro cárceles, así como tiroteos y quema de vehículos en la capital, Villahermosa, esto en un país gobernado por Morena.
De acuerdo con asesores políticos consultados, la ola de violencia podría alcanzar al estado si se mantiene el interés de algunos por otorgarle su voto al partido guinda. Los precandidatos del guinda quieren quedar bien ante el cabeza de algodón sin tomar la dimensión de lo que sucede en estados como Guerrero y ahora en Tabasco.
En donde en la madrugada del sábado fue testigo de un tiroteo en el fraccionamiento Campestre, inicialmente vinculado al secretario de Seguridad del Estado, Hernán Bermúdez Requena, aunque esta información fue rápidamente desmentida.
«En mi calidad de vocero institucional del Gobierno de Tabasco, quiero desmentir de manera categórica los rumores recientes sobre un ataque armado contra Hernán Bermúdez. La información difundida carece de veracidad y es crucial evitar la propagación de noticias falsas», declaró Carlos Castillejos.
En una noche de terror, se reportaron hasta treinta vehículos, entre carga y particulares, incendiados, transformando la ciudad en un escenario de guerra. Los disturbios también afectaron algunos negocios locales.
En medio de la violencia, los penales de Comalcalco, Huimanguillo y la Ciudad de Villahermosa experimentaron motines, con la lamentable pérdida de dos vidas según informes locales. A pesar de la gravedad de los acontecimientos, el secretario de Seguridad anunció que se ha restablecido el control y la seguridad en los centros de reinserción y municipios afectados, gracias a la coordinación entre la Secretaría de Defensa, la de Marina, la Guardia Nacional, la Fiscalía y la propia Secretaría de Seguridad estatal.
Cabe destacar que el presidente López Obrador se encuentra actualmente en Tabasco durante estas festividades navideñas, como lo indica su agenda oficial. En las redes sociales, las alusiones políticas hacia el presidente y los resultados en materia de seguridad durante su mandato han proliferado en medio de la crisis actual.
Es común que disturbios violentos precedan a los motines carcelarios, sirviendo como distracción para las autoridades mientras los reclusos se sublevan. Este patrón ya se ha observado en otras ocasiones, y la situación en Tabasco ha avivado las preocupaciones sobre la seguridad en el estado, generando un ambiente tenso en medio de la visita presidencial.
