La problemática energética de México se debe atender con acciones de corto plazo pero con visión para el mediano y largo plazos

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Para el empresario Eduardo Dagdug Contreras la política en materia de energía debe enfocarse con la mente puesta en al menos tres generaciones.

“Todas las acciones y planes en el sector energético tienen que combinar dos características: flexibilidad en el corto plazo y firmeza en el largo, como condición indispensable para sortear los retos que existen en el mundo entero”, sintetizó con sus tres décadas de experiencia el director general de una de las empresas mexicanas con mayor prestigio en la industria: Kaisen Construcciones.

Prosiguió diciendo que es necesario desarrollar una visión de largo plazo que enmarque los planes estratégicos y de negocios de las empresas del sector energético, la cual se debe de estar basada en el concepto de soberanía energética sustentable y que considere el uso adecuado de combustibles fósiles, pero que incluya los aspectos sociales y económicos, además de los físicos (medio ambiente y recursos naturales).

Al ser consultado sobre los retos que tiene México en materia energética, Dagdug Contreras consideró que debe tomarse una decisión que se transforme en política pública respecto de la necesidad de “entrarle de lleno a la innovación científica y tecnológica, como lo hicieron Corea y Taiwán, sin perder de vista el papel de la innovación en la ruta de los compradores tecnológicos, donde es el factor de mayor impacto en la producción”.

Dijo que en una industria tan dinámica como la energética las oportunidades desaprovechadas no tienen remedio, pero que sus lecciones son la clave para afrontar el futuro.

“Los retos del sector energía muestran que habrá mucho que hacer. En primer lugar, hay que adaptarse a la caída de los precios internacionales del petróleo y gas natural. Será difícil contar con el financiamiento para cumplir con los objetivos de exploración y producción de hidrocarburos; por eso debemos fortalecer nuestra industria energética”, aseveró.

En consecuencia, afirmó que es un imperativo estratégico mantener los niveles de producción de hidrocarburos para abastecer al mercado nacional y seguir atendiendo la demanda de los mercados de exportación de crudo. “Las reformas aprobadas presentan avances significativos en diversos aspectos, como son: el apoyo y fomento de las energías renovables, así como el establecimiento de un marco jurídico para regular las actividades relacionadas con la materia. Fortalecen la rectoría del Estado en las áreas estratégicas, dando al mismo tiempo mayor certidumbre jurídica a los esquemas de contratación de Pemex”, apuntó.

Sin desestimar los avances registrados, Dagdug Contreras expresó que hay mucho por hacer para llevar a buen puerto a la industria petrolera nacional, una tarea en la que a la Secretaría de Energía le corresponde asumir un liderazgo sólido y profundo.